TEMA DE LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS ACTUALES
Las migraciones son los movimientos de población en el
espacio, distinguiendo entre emigración e inmigración. El balance entre estos
dos últimos constituye el saldo
migratorio, y el crecimiento real,
es la suma de los datos relativos al crecimiento natural y el saldo migratorio.
Podemos dividir los movimientos migratorios en dos tipos:
los interiores y exteriores.
1.
Las
migraciones interiores. Son los movimientos de población dentro de las
fronteras del país. Distinguimos entre tradicionales y actuales.
a) Las migraciones interiores tradicionales
(hasta 1975), estuvieron protagonizadas por los campesinos, que se dirigieron
por motivos laborales a zonas industriales. Existen dos tipos: estacionales y
éxodo rural.
-
Las
estacionales, tuvieron su auge en la década de 1960, afectando,
especialmente a la población campesina que realizaba labores agrarias como la
vendimia o la siega.
-
El éxodo
rural, tuvo lugar entre 1900 y 1975. Es una migración entre áreas rurales y
urbanas, con carácter definitivo. Los emigrantes procedían de zonas menos
desarrolladas (Andalucía, Galicia o Murcia) hacia otras más desarrolladas como
Madrid, Barcelona y País Vasco. Aunque se pueden distinguir cuatro etapas, la
más importante es el período entre 1950 y 1975, donde el éxodo rural alcanzó su
máximo desarrollo debido al crecimiento demográfico, la crisis de la
agricultura tradicional, el auge de la industria y el boom del turismo en el
Mediterráneo.
b) Las migraciones interiores actuales. Desde la
crisis de 1975 se inició un nuevo sistema migratorio de características muy
distintas. La procedencia de los emigrantes ya no es mayoritariamente rural,
sino que provienen de ciudades pequeñas y medianas. El destino ha experimentado
cambios:
-
Las
migraciones entre comunidades se han ralentizado, pero persisten los
destinos (Madrid, Mediterráneo, etc.)
-
Se han
intensificado las migraciones dentro de la propia provincia o comunidad.
-
Los municipios
urbanos de mayor tamaño (ciudades industrializadas) han perdido capacidad de
atracción a favor de los municipios medianos y pequeños.
Tanto las causas
como el perfil de los emigrantes son diversos, dando lugar a distintas
corrientes migratorias:
-
Residenciales.
Principalmente entre la ciudad central y sus periferias (en busca de viviendas
más baratas).
-
Laborales.
Protagonizadas por adultos jóvenes, ya sean poco cualificados o cualificados,
que se trasladan a lugares con mayor desarrollo económico.
-
Migraciones
de retorno rural. En su mayoría son antiguos emigrantes que se jubilan. No
se puede olvidar, la existencia de una corriente
neorrural que abandonan la vida urbana y se trasladan a zonas rurales.
-
Movimientos
pendulares. El más frecuente se produce en la periferia y el centro de las
ciudades (motivos de trabajo), pero también en fines de semana por ocio.
1.1. Las consecuencias.
Respecto a las migraciones
interiores tradicionales, son las responsables de los desequilibrios en la
distribución de la población, vaciando el interior y aumentando la densidad en
la periferia. También han influido en la estructura por sexo y edad, aumentando
el índice de masculinidad en algunas áreas y causando el envejecimiento del
campo y el rejuvenecimiento urbano.
Respecto a las actuales:
causan sobreenvejecimiento de las áreas urbanas centrales emisoras e
incrementan la población en las periferias receptoras y acrecientan los
desequilibrios demográficos y económicos.
2.
Migraciones
exteriores. Son los movimientos de población fuera de las fronteras del
propio país. Desde mitad del siglo XIX hasta la crisis de 1975, España fue un
país de emigrantes cuyo destino tradicional se encontraba en ultramar y Europa.
A partir de entonces se paralizan las migraciones y España se convierte en país
de inmigración.
a)
La emigración transoceánica. Se dirigió
principalmente a América latina y de forma secundaria a EE.UU, Canadá y
Australia. Se pueden distinguir dos etapas de auge y de crisis.
La
primera etapa de auge, mediados del siglo XIX y 1914, coincide con una
política de atracción de inmigrantes de los países latinoamericanos, para poblarse y explotar sus recursos
económicos. La mayoría de emigrantes eran gallegos, asturianos y canarios, y su
destino principal Argentina, Cuba y Brasil. El perfil de estos emigrantes era varón
de bajo nivel de cualificación.
La segunda
etapa de auge, fue tras las dos Guerras Mundiales y nuestra Guerra Civil (posguerra incluida),
y coincidió con el levantamiento del aislamiento internacional. La mayoría eran
gallegos y canarios, y su destino
principal Venezuela, Argentina y Brasil. El perfil cambió, ya que los países
sudamericanos exigían mayor cualificación. A partir de entonces, estas
migraciones entraron en competencia con la emigración a Europa.
b)
La
emigración a Europa. También se diferencian cuatro etapas:
-
Hasta mediados del siglo XX, con destino
principal a Francia (agricultores, obreros y mujeres de servicio doméstico).
-
Entre 1950
y 1973 fue el mayor auge de la emigración a Europa. La rápida
reconstrucción económica tras la II GM favoreció una gran oferta de empleo. La
emigración se vio estimulada por el crecimiento demográfico y la mecanización
del campo. La mayoría procedían de Andalucía y Galicia, y su destino principal
fue Francia, Alemania y Suiza. Estos emigrantes eran varones poco cualificados
(agricultores, peones), que realizaban trabajos duros mal pagados.
-
A partir de 1973, la emigración decayó,
provocada por la crisis del petróleo, por ello muchos emigrantes regresaron.
-
En la
actualidad, desde la crisis económica de 2008, la debilidad del mercado
laboral, el desempleo juvenil, la falta de inversión en I+D, etc., ha llevado a
emigrar a 300.000 jóvenes, y España se enfrenta a una auténtica “fuga de
cerebros”, lo que repercutirá tanto a nivel social como económico. Los destinos
principales son Inglaterra, Alemania, Francia y otros países europeos.
2.1. La inmigración extranjera en España.
El gran cambio sucedió, cuando
España dejó de ser un país de emigración para convertirse en un país receptor
de inmigrantes desde finales del siglo XX. Las principales razones fueron la
mayor formación de la mano de obra nacional, que aspira a mejores trabajos, el
aumento del nivel de vida, la proximidad al continente africano y los lazos
culturales con Iberoamérica. La procedencia mayoritaria ha sido de población
marroquí, latinos y asiáticos. Los destinos principales han sido las regiones
donde existe una mayor dinamización económica (Madrid, Cataluña, Baleares y la
costa mediterránea). De entre los inmigrantes llegados a España podemos
diferenciar cuatro grupos: comunitarios (que cuentan con libertad para residir
en otro país de la UE), nacionalizados, legales (con permiso de residencia e ilegales(en su mayoría procedentes del
Magreb).
2.2. Las
consecuencias de la inmigración a
España han sido:
-
Demográficas:
rejuvenecen la población y aumenta la
natalidad, ya que son población joven.
-
Económicas:
aportando población activa, lo que
contribuye al mantenimiento del estado de bienestar (por medio de los
impuestos, entre otros). Aunque también tiene consecuencias negativas ya que
presionan los salarios a la baja en periodos de crisis.
-
Sociales:
xenofobia, racismo, duras condiciones de vida, problemas de asimilación e
integración, formación de guetos en las grandes ciudades, etc., son problemas
asociados a la inmigración. Aunque también aportan riqueza cultural, diversidad
social, etc.
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